El 22 de septiembre de 2008 – hace una década - entró en
funcionamiento en la ciudad de Madrid el primer Área de Prioridad Residencial (APR)
en el conocido como Barrio de las Letras. El proyecto original fue realizado
por el arquitecto suizo Werner Durrer (entonces vecino del barrio) por encargo
de empresarios del barrio. El proyecto final sin embargo fue llevado a la
práctica por la EMVS (Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo). Llama la atención como algunos de los
empresarios que lideraron este proyecto, 10 años después y con un éxito más
que probado de la medida para residentes y sobre todo para comerciantes, se erijan en portavoces de un movimiento
contrario al Proyecto de APR Madrid Central apelando a una supuesta
sostenibilidad.
Las área de prioridad residencial (APR) son una medida de movilidad sostenible que existe desde hace décadas, y que tienen como objetivo la racionalización positiva del uso del viario por determinados vehículos en zonas urbanas castigadas por la congestión del tráfico, y las externalidades negativas derivadas de esta situación como problemas de emisiones, ruido, etc. Sus resultados se han demostrado óptimos, siempre y cuando la medida cuente con un buen sistema de control y una clara decisión en su aplicación, desde el principio mismo de su apertura a fin de evitar la degradación de la medida. Existen en todos los países de europeos y están recomendadas en todas las guías para la gestión de la movilidad urbana sostenible.
Con todo esto, la mayoría de asociaciones vecinales de
centro, queremos trasladar a la ciudadanía los siguientes mensajes:
1.- El APR de Madrid Central no
es una medida novedosa. En Madrid
existen a fecha de hoy cuatro APR (Letras, Cortes, Embajadores y Opera); y la
ampliación de estas APR a todo el distrito ha sido una habitual en los
programas electorales de la mayoría de partidos políticos.
2.- Durante el tiempo en que las
APR han estado en funcionamiento, han
supuesto un gran beneficio para las zonas castigadas por el tráfico en las
que se han aplicado estas medidas. Los principales beneficiados han sido: una recuperación
de la calidad ambiental y la salud de
los vecinos de los barrios en los que ha funcionado la medida; una mejora en la movilidad peatonal y de los
modos menos contaminantes en estos barrios y en el saldo global de la
ciudad; así como una mejora para la
actividad económica de los barrios donde la medida se ha implantado.
3.- Madrid Central está enmarcado en un paquete de medidas más amplio
conocido como Plan de Calidad del Aire y
Cambio Climático o Plan A; con el que el
Ayuntamiento de Madrid ha comprometido sus políticas a las exigencias de la
Unión Europea para mejorar la calidad del aire en la ciudad. Nuestro marco
de referencia es la UE y el cumplimiento
de los compromisos está fuera de toda duda.
4.- Una vez que tengamos
conocimiento del decreto para su funcionamiento, las organizaciones firmantes haremos nuestras aportaciones para que
la medida sea exitosa y contemple otros aspectos con los que mejorar la calidad
ambiental del centro en cuestiones como la congestión o el ruido. Hasta llegar a ese punto, apoyamos la
inmediata puesta en funcionamiento de Madrid Central.