Esta es la propuesta de la Asociación de Vecinos de Chueca incluida en la Plataforma Madrid Decide para ser financiada con los Presupuestos Participativos. Si estás de acuerdo danos tu apoyo aquí:
Durante los últimos años - de manera especialmente visible en el Distrito Centro de Madrid - se ha extendido la mala costumbre de hacer un uso descontrolado y abusivo del espacio público común. La creciente desregulación normativa, la falta de medios para ejercer un control efectivo de las actividades en la vía pública o la "ausencia consciente" de la gestión pública, la falta de conciencia colectiva sobre el bien común o la desidia que nos arrastra a todos, son algunas de las razones.
Todos somos testigos casi a diario de como nuestras calles y plazas han sido tomadas por elementos ajenos al mobiliario urbano común, generalmente vinculados a actividades lucrativas. O como vecinos y usuarios de calles y plazas dejan y amontonan sus desperdicios abandonados en el suelo.
Mesas, sillas, barriles, taburetes, sombrillas no autorizadas. Pizarras, paneles, y otros reclamos mercantiles. Carteles, octavillas, bolsas con basuras, cartones, muebles y enseres, desperdicios de mascotas. Motos, bicis y coches indebidamente aparcados e invadiendo espacios que no les corresponde...y un largo ETC. de elementos que de manera agregada conforman un paisaje urbano lamentable y nos embrutecen como sociedad.
Sobre el espacio público se han escrito multitud de páginas, desde multitud de ámbitos del pensamiento humano. Existen multitud de planteamientos y teorías al respecto de la cuestión, que por ser simplistas oscilan entre la apropiación y la pertenencia.
Sin entrar en cuestiones filosóficas, y teniendo en mente el valor social del mismo, y el incremento de este valor en la medida que el espacio está más y mejor cuidado proponemos la creación de un servicio urbano para la protección de este bien común. Podría ser inicialmente un servicio disuasorio e instructivo implantado de manera piloto en el Distrito Centro, para pasado un tiempo oportuno convertirse en un servicio colaborativo de otros servicios municipales responsable del control y sanción. El fin último de este servicio sería poner fin a numerosas prácticas sociales que restan valor y deterioran la calidad de nuestro espacio público.