'La industria turística del RUIDO del ayuntamiento de Madrid'
El Ayuntamiento de Madrid en declaraciones difundidasdice que “Botella cumple a rajatabla la normativa antirruido y hace inspecciones constantes”
NUESTRA RESPUESTA:
No parece que la negación por la
negación sea un argumento muy creíble. Más aún si quien responde como en este
caso es una administración pública obligada en primer lugar y antes que nadie en cumplir y hacer cumplir las
normas. Cosa extraña, en los tiempos que corren.
Como reza el dicho, no hay peor ciego
que el que no quiere ver. Y en esas es donde se haya el ayuntamiento de Madrid
con el ruido y la degradación de nuestra ciudad en general, y del distrito
centro en particular. Los vecinos del distrito centro lo sabemos muy bien, y
sobrevivimos con resignación el cáncer que nos impone el ayuntamiento. Otra
cosa es que seamos tontos y no sepamos juntar letras al leer…porque las normas,
incluso las más intencionadamente confusas y electoralistas, se hacen con
palabras y no con promesas.
A diferencia de otras cuestiones, el
ruido tiene una componente física que lo delata, y que se puede medir, para
atajar las molestias no deseadas que ocasiona. Pero por desgracia también tiene
una vertiente monetaria, que es la que verdaderamente les interesa a una gran
parte de los empresarios del turismo y al propio ayuntamiento. A ambos por
igual, ya que a ambos les alimenta. Razón por la cual los primeros lo agitan y
los segundos recogen las nueces.
Es triste que haya empresarios que se
lucren causando malestar, incluso enfermedad, a sus vecinos. Pero peor aún es
que las personas que dirigen nuestras administraciones fomenten y faciliten
esta manera de hacer negocio.
Dicho lo cual, y en claro por si algo no
se ha entendido: el nivel de saturación de actividades molestas en el
distrito centro, especialmente ocio nocturno, es insoportable, y
continua creciendo ya que pese a las limitaciones de nuevas licencias de la
ZPAE se siguen concediendo más y más licencias nuevas, más y más terrazas…que
no hacen sino multiplicar exponencialmente el nivel de ruido ambiente. Si a
esto añadimos la extensión del descontrol con las malas prácticas como:
locales sin acondicionar con música no autorizada, locales con puertas y
ventanas abiertas dejando salir su ruido, calles llenas de gente consumiendo alcohol
y drogas – bien en botellones bien en terrazones – hasta el amanecer; espacios
públicos llenos de obstáculos que impiden ya poder caminar, etc. Llegamos a una
conclusión: la ÚNICA responsable de toda esta industria que provoca la
triste enfermedad de no poder vivir en nuestras casas, es el ayuntamiento de la
alcaldesa Ana Botella.