http://www.madridiario.es/noticia/ayuntamiento-de-madrid/debate-estado-ciudad/entrevistas/jose-enrique-nunez/-madrid/-partido-popular/413000
En esa entrevista, entre otras cuestiones, se deja muy claro cuáles son las ideas que inspiran la política municipal en materia de protección de nuestro patrimonio:
Se les acusa de hacer urbanismo a la carta y de no respetar el patrimonio protegido.No hacemos cosa diferente a lo que ocurre en otras grandes ciudades. (...) La voluntad y obligación de cualquier gobernante es fomentar la implantación de actividades económicas en la ciudad de la que es gobernante. (...) Eso no es hacer urbanismo a la carta, sino incorporar actividad económica a la ciudad.
¿A costa del patrimonio? Le pongo otro ejemplo, la manzana de Canalejas, donde arquitectos de prestigio están criticando que no se respeta el patrimonio protegido.Lo que ocurre es que la comisión local de patrimonio está compuesta también por técnicos y miembros de distintos colegios profesionales. Los dictámenes favorables están avalados por estos expertos porque entienden que se pueden hacer cambios respetando el original.
¿Hasta qué punto presiones como la actividad económica o la creación de empleo son una presión para que esos técnicos acepten los cambios?Hoy día la actividad económica y el empleo están por encima del patrimonio, afortunadamente. Cosa que hace unos años no se hacía.
Con esta mentalidad, y dadas las épocas de penuria por las que ha atravesado Madrid a lo largo de su historia, hoy no contaríamos ni siquiera con el Museo del Prado. Afortunadamente no todos los gestores históricamente han pensado y actuado como el Sr. Núñez.
El primer error es despreciar el patrimonio por si mismo. El segundo es creer que el patrimonio no genera empleo y actividad económica. No hay mas que pensar en Granada, en Florencia o en Praga. Otra cosa es que no genere sobres.... Evidentemente que hay prioridades pero entre los gobernantes tiene que existir el convencimiento de que el patrimonio urbano e histórico es una pieza muy frágil de todas las que conforman Madrid, y requiere de una protección especial. Precisamente porque el interés del dinero, esa "actividad económica y generación de empleo" con la que últimamente los responsables municipales lo empolvan todo, puede acabar arrasándolo.
La lista de agresiones que este ayuntamiento está llevando a cabo contra el patrimonio de todos los madrileños y en contra de la conservación del paisaje urbano de Madrid es amplia:
- Operación Canalejas
- Edificio España
- Quinta de Torre Arias
- Plaza Villa de París y edificio de la Audiencia Nacional
- Palacio de la Música y Teatro Albéniz,...
Eso solo por enumerar el patrimonio que está ahora mismo en obras o en proyecto, y no lo que directamente corre riesgo inminente de perderse como el Palacio de la Duquesa de Sueca o el frontón Beti Jai o lo que ya han dejado desaparecer como la casa de Iván de Vargas, la casa de calle Embajadores o los cines de la Gran Vía.
Pero encontrarnos estas palabras en boca de un alto responsable municipal nos duele y nos preocupa especialmente por la crudeza con la que expresan algo que ya intuíamos: que no están dispuestos a luchar por la conservación de los valores históricos, paisajísticos y arquitectónicos de Madrid. Esa ciudad a la que quieren tanto, a la que tanto comparan con París o con Londres, a la que pretenden atraer millones de visitantes cada año... a ver qué?… un decorado caótico de actuaciones sin criterio y barrios despersonalizados? Qué tipo de turismo atraerá ese escenario, el turismo de alto nivel económico y cultural que todas las ciudades desean u otro que se sienta cómodo entre el caos, la improvisación y un entorno degradado y sin personalidad?. En esa ciudad que están des-planificando, cualquier otro valor queda supeditado al del dinero, al urbanismo de los constructores y de los grandes inversores. Son ellos los que están haciendo nuestra ciudad, sin ningún límite.
Desde aquí hemos criticado muchas veces la falta de equipamientos, de servicios básicos como la limpieza viaria, de zonas verdes, o los perjucios que provocan a los vecinos el botellón, el ruido o la sobrexplotación del espacio público. Señor Núñez, todo ello es subsanable: en el futuro al actual equipo municipal le puede sustituir otro gobierno decidido a controlar definitivamente el ruido, a eliminar terrazas, a mejorar la higiene de nuestras calles o el equipamiento de nuestros barrios. Todo es subsanable salvo la pérdida del patrimonio histórico y urbano de Madrid. ¿Quién señor Núñez nos va a devolver lo que se destruya en la operación Canalejas? ¿O en el Palacio de la Música? ¿O en los cientos de comercios y edificios centenarios que con el nuevo PGOU podrán desvirtuarse para siempre? Las decisiones que están ustedes tomando ahora respecto a la conservación del patrimonio de Madrid son irreversibles, por si no se había dado cuenta.
Esperamos que los madrileños sean conscientes de la enorme amenaza que supone para la ciudad una mentalidad como la suya y le retiren cuanto antes la confianza a usted y a los que piensan como usted para evitar que sigan destruyendo nuestra ciudad en lugar de conservarla y mejorarla.