El Ayuntamiento, como siempre…
Por un lado, lloriqueando por el gigantesco botellón en
que se ha convertido Madrid. Poniendo impedimentos a los derechos del colectivo
gay. Vendiendo al mundo la idea de que Madrid es una ciudad limpia y moderna
que se merece unos Juegos Olímpicos. Intentando convencernos que lo del Madrid
Arena, que se llevó por delante a cinco adolescentes, fue cosa de unos
desalmados sin escrúpulos en lugar de una clamorosa dejación de funciones. El Ayuntamiento, en suma, sigue en lo que le ha
hecho famoso, ruedas de prensa y actos mediáticos para intentar convencer al
personal de que el Consistorio es serio y cuida de los madrileños.
Y por otro soltando
a chorros permisos para que un barrio de apenas veinte manzanas albergue un
botellón de un millón de personas durante cinco días, según cifras de los organizadores
de MADO. Esta vez, sin coartada. Hasta ahora, las autorizaciones para la
celebración del Orgullo Gay se otorgaban a una organización (COGAM) que, aunque
todos sabíamos a por lo que iba, al menos tenía la tradición y el marchamo de
representar a un grupo de la población, con lo que al menos el festejo podía disfrazarse de acto reivindicativo.
Ahora, para qué fingir, las licencias se conceden directamente a AEGAL, los empresarios de la noche que se han
apropiado de Chueca. Más aún, AEGAL se ha convertido en el único interlocutor
válido para el Ayuntamiento, los vecinos no pueden ni dar su opinión en los
preparativos.
De hecho, en
algunos aspectos, la cosa ha estado peor que nunca. Porque esta vez muchos
bares y restaurantes se han rebelado e ido por libre. Normal, no ven ninguna
razón para someterse a los métodos de AEGAL (abonar una cantidad por el derecho
a sacar una barra a la calle, obligación de servir los productos que AEGAL
autoriza y en la cantidad que disponga, etc...)
Resultado, lo que podría haber sido un evento consensuado entre todos
los habitantes del barrio para conjugar
diversión y derechos de los vecinos se ha convertido en tal caos que, situación
inédita, los antidisturbios tuvieron que intervenir para poner algo de orden.
Por supuesto, las
autorizaciones se otorgaron sin el más mínimo respeto a la legalidad. Mientras
que Medio Ambiente sólo autorizaba el pregón, sólo el pregón, en la plaza de
Chueca, el concejal del distrito permitió la instalación de un escenario
durante 5 días. Si la ley anti-botellón dice esto o aquello, ¿qué pasa? Se
autoriza un botellón como Dios manda y a correr. Ya denunciarán los vecinos, y
ya veremos que hacemos…Y el próximo año hacemos como si no hubiera pasado nada
y volvemos a dar a AEGAL patente de corso para que invada Chueca.
Ciertamente hubo
mejoras. El actual Concejal de Centro, D. David Erguido, tuvo el valor de cumplir la legislación con respecto
al escenario que se ponía en la calle Augusto Figueroa, que durante años se
instaló bloqueando una salida de emergencia ferroviaria siguiendo el criterio nada
menos que del actual responsable de Seguridad en el ayuntamiento, D. Enrique
Núñez. Se ve que sabe de seguridad el hombre.
Y la excusa, el
Orgullo genera turismo y el turismo es importante, estamos en crisis. Ha dejado
tropecientos mil euros (las cifras reales deben ser secreto de estado, jamás se
revela el saldo entre lo que ganan hoteles y bares y lo que cuesta la limpieza
y la seguridad (son un decir). No se sabe lo que aporta AEGAL a Madrid por
mantener acosado un barrio durante cinco días. Y, por supuesto, ni se contempla
que ese barrio reciba parte de los tropecientos mil euros. No digamos aceras o
bibliotecas, ni un mísero arbolito recibe en compensación por el deterioro
soportado.
Podríamos seguir
pero, ¿para qué? El verdadero problema es, ¿de qué va esto? ¿Quién se está
forrando a nuestra costa? Hay algo evidente para los vecinos del barrio, no es posible tanta impunidad, tanta
soberbia, sin el apoyo de las instituciones. ¿Quiénes son realmente y qué lazos
tienen con el Ayuntamiento los empresarios de la noche que han convertido
Chueca en un infierno?
… y la Oposición,
a por uvas.
Porque, ante semejante atropello, ¿qué hace
la oposición? Unos nada. Y a otros, representados por el concejal-vecino del PSOE D.
Jorge Escobar García- Antón, lo único que se les ocurre es hacer una pregunta
en el pleno sobre si el desalojo por los antidisturbios fue o no adecuado. Ni
una palabra más. Tranquilizador, ya
sabemos a quien votar para que nos arregle el entuerto.