Bolardos, papeleras, señales de tráfico, semáforos, fachadas, buzones de correos y escaparates se han convertido en improvisados «soportes» publicitarios para las discotecas y pubs del barrio de Chueca desde hace dos años. La indiscriminada pega de carteles por todo el mobiliario urbano ha colmado la paciencia de los vecinos, que de viernes a lunes encuentran la zona «hecha un asco de papeles». Un aspecto que han de sumar a los restos de consumo etílico esos mismos días. Desde la Asociación de Vecinos de Chueca lo catalogan de «vandalismo publicitario».
Esta invasión de carteles y flyers se lleva a cabo de jueves a sábado en calles como la de Hortaleza, Augusto Figueroa, la plaza de Chueca, San Marcos o Infantas. En general, en todas aquellas vías que están entre Gran Vía y Gravina desde Fuencarral a Barquillo. El barrio cambia su aspecto para adornarse con folletos de una docena de locales. «Empezó un establecimiento con esta práctica y pronto le copiaron el resto para anunciar sus sesiones temáticas. Como sucede generalmente con las malas prácticas, se extienden más rápido que le pólvora», apunta uno de los vecinos.
Esta técnica publicitaria, según recoge la ordenanza que regula la publicidad exterior es sancionable desde los 6.000 euros si se trata de una infracción leve hasta 30.000 si se cataloga de muy grave.
Otras normas no aplicadas
Desde la AV de Chueca critican que si se aplicara «la ordenanza con rigor esto no sucedería. Es tal la competencia que incluso unas a otras se disputan el menor espacio donde colocar estos carteles. Existe una total dejación por parte del Ayuntamiento en cuanto a su obligación de hacer cumplir las normas, como ya sucede con la ordenanza del Ruido o la ley de Drogodependencias» de la Comunidad de Madrid contra el botellón.
Desde el Ayuntamiento de Madrid informan de que tanto la Dirección General Ambiental Urbana -que se encarga de la limpieza- como la Dirección General de Áreas Urbanas -ocupada de la publicidad- conocen el problema. De hecho, «estas áreas llevan tiempo trabajando con los vecinos y los comerciantes para minimizar los efectos».
El problema, detectar al responsable
El problema, apunta el Ejecutivo municipal, es detectar la responsabilidad. «No se trata de sancionar a la discoteca que se anuncia, ya que muchas veces alquilan el local para fiestas privadas y es largo y costoso en el tiempo localizar al autor de la publicidad», matizan..
La cuestión es que al final de cada noche de jueves a sábado, toda la publicidad termina por el suelo. Por la mañana, la basura de papel se multiplica en miles de ejemplares. «Además, muchos papeles son satinados y resbalan. Por no hablar de lo indecente que resulta que el conjunto de madrileños tengamos que pagar la limpieza de la suciedad que deliberadamente y al margen de las normas general estas empresas», inciden desde la asociación.
Los vecinos de Chueca denuncian también la publicidad que reparten determinadas personas a modo de «flyers». «Esta técnica publicitaria también está prohibida y sancionada por la ordenanza de publicidad», manifiestan.
5.000 carteles un sábado
Desde la AV han calculado que un sábado cualquiera pueden pegarse más de 5.000 carteles en el mobiliario urbano y repartirse más de 20.000 flyers.
Por la mañana, los operarios de limpieza se dedican a fondo en eliminar toda la publicidad y suciedad de la zona. Los vecinos de Chueca consideran que si se cumpliera la normativa, el Ejecutivo municipal ahorraría en gasto. Son tajantes: Los infractores, a su juicio, «son fácilmente identificables. Si lo prohibiesen se ahorraría en limpieza porque no habría tanta porquería. Si no quieren aplicar la ordenanza, que la eliminen. Las normas están para cumplirlas».