Es fácil decir que la contaminación acústica es una obsesión y una visión radical de los vecinos cuando se hace caja a costa del descanso de los demás.
Las asociaciones agrupadas en la Plataforma Vecinal Madrid Centro lamentamos profundamente las palabras del Sr. Pizueta, secretario de Comunicación de "Noche Madrid" en el sentido de que son los vecinos "los que están obsesionados" y tienen una interpretación "sesgada, parcial y radical" del problema.
También llamamos la atención sobre la confusión que quieren trasmitir esta agrupación de empresarios a la ciudadanía. Confunden el beneficio comercial de un puñado de establecimientos con la variada actividad económica de todo un distrito. Este tipo de locales mantienen unos márgenes unitarios que para sí quisieran el resto de los negocios, incluso en épocas de crisis, y dan empleo a muy pocas personas en puestos de trabajo mayormente precarios. ¿O acaso es ese el modelo de I+D+I por el que apuesta nuestro Ayuntamiento para esta ciudad?
Así mismo, los empresarios exageran, y mucho, el volumen total de su actividad, pues según el Registro Mercantil hay unos 9.000 negocios de todo tipo en el Distrito Centro, por lo que es imposible que 8.000 de ellos sean locales de ocio nocturno que dan trabajo "a miles de personas".
En cambio, sí son reales los cientos de denuncias, tramitadas o no por el Ayuntamiento, y los cierres de locales. Y eso a pesar de que es un sector que ha sido tradicionalmente tratado con guante blanco por la concejalía de Centro del Ayuntamiento, con concesiones indiscriminadas de licencias en épocas de crisis y en épocas sin crisis; a pesar de los informes medioambientales del propio Ayuntamiento, contrarios a ello, y a pesar de otras muchas legislaciones disponibles, tan importantes como el Plan General de Ordenación Urbana, y del propio sentido común. Tampoco cuando la actividad económica iba mejor se atendieron jamás la peticiones de los vecinos del distrito para proteger el descanso de los más de 150.000 habitantes que tiene el distrito.
Los empresarios de restauración y de ocio nocturno harían mejor en intentar encontrar con los vecinos y el Ayuntamiento una solución a este problema real. Y sobre todo tener en cuenta que la única "línea roja" que no se puede traspasar en este tema no puede ser la que decidan los empresarios, que no "contemplan una reducción de horarios" según dijo el Sr. Pizueta, sino la que fija la Constitución Española, que son en este caso el derecho a la intimidad, el derecho a la inviolabilidad del domicilio y el derecho de igualdad ante la ley: si en Aurrerá se hizo con éxito admitido por la propia Alcaldesa, debería hacerse en Centro. ¿O es que los vecinos del distrito centro tenemos menores derechos?
Finalmente, los vecinos esperamos que la Sra. Botella reafirme lo que dijo en la rueda de prensa el pasado 23 de febrero (según el diario la Razón y que no ha sido desmentido: http://www.larazon.es/noticia/1975-toque-de-queda-a-partir-de-las-dos-en-el-centro ), y adelante la hora de cierre nocturno a las dos de la mañana. Entre otras medidas, que nuestra plataforma ya ha incluido en su propuesta y que afectan a otros aspectos relacionados con la situación que denunciamos tales como el botellón, la venta ambulante, la música ambulante indiscriminada, etc.